El coaching es un método para elegir para conseguir metas a nivel de la vida personal y profesional. Cuando se lleva a cabo el coaching a pacientes, se comprende que es por objetivos de mejora hábitos de salud y medidas preventivas, así como también cumplir los tratamientos en las enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida de los mismos.
Con la gran parte de los pacientes, sólo con algunas herramientas de coaching es suficiente para comunicarnos mejor con ellos y ayudarles al cambio. Lo que se busca es aportar nuevas opciones en aquellos casos en los que las técnicas que ya se han utilizado, han resultado insuficientes. Los médicos a los que les resulte interesante podrán incorporarlo a su consulta diaria, aunque para aprender y aplicar el coaching completo deberían formarse de manera más específica.
El principal problema a la hora de aplicar el coaching es la falta de tiempo disponible; es una realidad que los médicos poseen poco tiempo para cada paciente. Pero tanto los profesionales sanitarios como los directivos, se darán cuenta de que el tiempo invertido se puede recuperar en un futuro si el paciente se hace más responsable de su propia salud. Mejorar la alimentación o realizar deporte, por ejemplo, podría suponer un ahorro económico, ya que disminuiría el número de consultas y también los gastos en medicación.
Hay que transmitir un mensaje esperanzador tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes; con sólo escuchar de manera activa y preguntar en lugar de aconsejar, se conseguirán mejoras importantes y unos y otros se sentirán mucho más comprendidos.